Luego de un recorrido por el que fuera uno de los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio más emblemáticos de la última dictadura cívico-militar, la Premio Nobel donó a la Biblioteca del Centro Cultural el libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia (1985) de la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos.
En la Conferencia que dictó en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti sobre el Genocidio en Guatemala (según la ONU contabiliza más de 200 mil muertos y 45.000 desaparecidos), Menchú destacó la importancia de la lucha de los pueblos por el "derecho a la verdad" y la "recuperación de la memoria". En ese sentido se mostró optimista en trabajar conjuntamente con organismos de Argentina y señaló que "la realidad de los pueblos no va a cambiar si no hay políticas públicas que acompañen los procesos de transformación".
Por otro lado, al referirse al momento que atraviesa América Latina, destacó la tarea que viene realizando la UNASUR en el marco de la decadencia global del neoliberalismo. Afirmó que "cuando los pueblos se unen, son una fuerza poderosa" y que en los tiempos que corren "existen fuerzas complementarias que favorecen el trabajo conjunto entre los gobiernos progresistas de la región".