¿Qué es lo que vuelve imposible, aún en un contexto de crisis globales, imaginar una alternativa, una línea de fuga que quiebre la continuidad del capitalismo y su discurso infranqueable para dar nacimiento a nuevas ideas, deseos e imaginaciones: imágenes de futuro? ¿Cómo nos relacionamos entre nosotrxs? ¿Cómo se goza en un contexto de crisis? ¿Quiénes tienen el derecho al goce? ¿Existe un futuro habitable en el marco de la exacerbación capitalista heteropatriarcal? ¿De qué forma penetran el goce y el erotismo a través de las paredes que antes fueran del horror y ahora son del Estado?
Por segundo año consecutivo, durante todo el mes de septiembre, el Conti abrirá sus puertas para pensar lo que no existe. Esta nueva edición del Festival Futuros propone un recorrido interdisciplinario -teatro, poesía, música, cine, danza, talleres, charlas, performances y lecturas- y un cambio de paradigma: la reivindicación del erotismo, el deseo, lxs cuerpxs como potencia infinita, la abyección, la rebelión y el olvido. Una estética mutante que se derrama y reconstruye. Otro paso para encauzar la necesidad de lo imposible.
Porque resistir no es sólo aguantar los avances del enemigo y contar lo que perdemos. Resistir puede ser también hacer alianzas nuevas, desconocidas. Inventarnos los lugares de enunciación que nos han sido negados, espacios donde afirmar nuestra existencia, aunque siempre sea temporal, rota, monstruosa. Afirmar nuestra diferencia como antídoto del igualismo neoliberal. Mirarnos con otros ojos, experimentar nuevas conexiones para encontrarnos de manera distinta, para gozar. Para pensar. Para imaginar que será de nosotrxs. O qué nosotrxs seremos en el Futuro.
Núcleos
Ficciones de futuro y futurismos queer
Ficciones imposibles. Futurismos Queer. Ciencia ficción feminista e intuiciones sensibles del universo. Futuros posibles / futuros fracasados.
Todas las fiestas del mañana
El cuerpo como campo de disputa de fuerzas y como potencia. El cuerpo como matriz de conexión con otros cuerpos, como territorio de inscripción del pasado y plataforma hacia el futuro. La líbido colectiva de la fiesta y la disputa por un horizonte desterritorializado del cuerpo.
Territorios de obscenidad, máquinas de placer
Imágenes incómodas, obscenidad y exceso: historia(s) alternativas del cine. Visiones subterráneas.
Archivos sensibles y colecciones fantasmáticas
Huellas, heridas, desgarros, documentos de modos de vida subalternos. Historiografías Queer, voces minorizadas. Espectros en la historia de los movimientos sexodisidentes. Feminismos y genealogías políticas torcidas. Alucinaciones y apuntes político sexuales. Pasiones de archivo.
En las últimas décadas, la irrupción de la agenda del movimiento de mujeres y la presencia creciente en la arena pública de los feminismos tanto a escala local como internacional, los avances en materia de legislación en torno a los derechos del colectivo LGBTIQ, los reclamos que pusieron en el centro de la escena política discusiones sobre la autonomía corporal, el género y las identidades sexuales interrelacionadas además con vectores identitarios como la diversidad étnica o la clase social están agitando una cantidad de debates de gran alcance en torno a modos de vida alternativos, nuevas lógicas en las narrativas respecto del pasado reciente y la reconstrucción histórica de los activismos y las militancias, experiencias diversificadas en torno de los vínculos sexo-afectivos, las identidades políticas y las luchas colectivas. Consideramos que acaso no existan hoy espacios de trabajo dentro del campo artístico, político, social o de cualquier índole que no se vean interpelados por los reclamos transversales de estas discusiones políticas.
Aquellxs sujetxs históricamente desplazadxs de las discusiones públicas cobraron, en las últimas décadas, un protagonismo creciente. Sus modos de vida -trayectorias vitales, voces, miradas y testimonios en primera persona que antes excedían los horizontes discursivos de las políticas de Estado- se ofrecen hoy como la mayor exploración de la potencia subjetiva: dinámicas que buscan correr los límites que las sociedades y sus discursos prefijados han ejercido sobre los cuerpos y sus representaciones.
En este contexto: ¿cómo es posible para nosotrxs repensar el presente a partir de estas narrativas y experiencias adyacentes? ¿de qué manera es plausible recuperar el relato histórico de estas comunidades minoritarias sin clausurarlas o subsumirlas dentro de narrativas hegemónicas? Justamente, El Festival Futuros se enraiza en un tiempo panorámico y esmerilado, minado por la incertidumbre y la inestabilidad y, a la vez, con una visión tremendamente vital que se permite poner en discusión aquellos límites y restricciones en los modos de inteligir y asumir estas transformaciones sexopolíticas por parte de los sectores mayoritarios de la sociedad.
¿De qué manera circulan y son expuestas en prácticas y producciones contemporáneas ideas alternativas de presente y futuro? ¿cómo pueden ser digitadas aproximaciones alternativas a los pasados de las memorias subalternas? ¿de qué modo es posible abrir un resquicio en nuestro presente para estas imaginaciones sexopolíticas? ¿cuáles son las propuestas que producen hoy una experiencia que desborda los regímenes sensibles del presente y rasgan las percepciones de los cuerpos, las identidades sexuales, las memorias colectivas, los tránsitos vitales de las minorías? ¿es cierto –como nos recuerda Mark Fisher- que nos es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo? ¿cuál es el lugar del arte y los regímenes sensibles contemporáneos en la fundación de horizontes alternativos, adyacentes?
Hacer futuro es fundar e imaginar territorios alternativos, presentes adyacentes, trazar coordenadas fantasiosas en torno a las comunidades y los colectivos que existieron y se conformaron en las periferias. Es trazar un mapa conectivo entre zonas cuya relación aparecía desdibujada, es arrojar el cuerpo a la experimentación. Confundir las fronteras de los trazados territoriales, cronológicos, del binomio ficción/realidad. Pensar la cultura como una máquina de producir realidades, en lugar de un espejo fiel del mundo que nos rodea. Desconfiar de nuestros ojos y de nuestras miradas. Imaginar, hablar y diseñar otras lenguas.